sábado, 6 de noviembre de 2010

Los deberes

                             ¿Cuál es el sentido de las tareas escolares?
 
Hay quienes se preguntan si es eféctico sobre exigir a los niños con abrumadoras tareas para el hogar fuera de clase. Especialmente, aquellos niños que asisten a modalidades bilingües o con un segundo idoma intensivo, así como los que participan de actividades deportivas o artísitcas, parecen estar sometidos a una presión que mucho dista de lo que se espera que un niño deba hacer en la infancia.  
 
Si el tiempo está bien utilizado en la escuela, la tarea debe ser poca y, además, estar muy bien pensada para cumplir con una finalidad específica, ya que muchas veces en la propia escuela se pierde tiempo.
Los deberes no pueden utilizarse como "prueba para acreditar un saber". Se sugiere que las tareas para el hogar se dicten sólo dos o tres veces por semana, en días establecidos en las escuelas de doble turno, y que no ocupen más de una hora para los chicos que cursan la primaria. 
 
Entre los criterios adecuados para hacer de los deberes una herramienta eficaz de aprendizaje, los especialistas consideraron valioso "respetar el tiempo libre del niño para el juego, el deporte, la interrelación con sus padres y hermanos, y para que pueda desplegar su creatividad y no sólo estar concentrado en lo académico".
 
El juego es sagrado y decisivo en la infancia, por eso la escuela, y más si es de doble escolaridad, debe ser prudente. Jamás debe dar tarea como castigo o de manera rutinaria para que los niños hagan ejercicios repetitivos, mecánicos o de memoria, carentes de valor educativo.
 
No dar deberes tampoco tiene que ver con el abandono de la exigencia. Si se dan, deben estar orientados a desarrollar en los niños el gusto y el interés por estudiar. 
Los deberes tienen que adecuarse a las realidades y necesidades de los niños. Sirven para consolidar los conocimientos adquiridos y fomentar hábitos de responsabilidad, además de desarrollar el ejercicio de la autonomía de los niños.
 
Tras afirmar que el sentido de la tarea es consolidar el aprendizaje que se comenzó a recibir en la escuela, los deberes no reemplazan las horas de enseñanza y la escuela tiene que formar al niño para que pueda aprender solo.
 
Hay que disociar la idea del deber del castigo, un concepto que destruye la experiencia educativa,los deberes sirven como criterio de diagnóstico. Por eso lo más importante es que los deberes deben tener siempre algún tipo de devolución por parte del maestro. Sugiere darlos en un solo día y con bastante anticipación, incluyendo el fin de semana, para que los niños aprendan a administrar su tiempo. Y se aconsejan los deberes grupales como excusa de interrelación y de trabajo en grupo.
 
Desde mi punto de vista, creo que los deberes son buenos siempre y cuando no se abuse de ellos, ya que viene bien para reforzar lo aprendido en clase.

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